miércoles, octubre 18, 2006

La Tendencia al Olvido


El títere prefiere aprovechar sus momentos en colgados suspiros
-P. Betteo-
Hablar del olvido resulta ser un tanto paradójico ya desde el título, ya desde que se habla de una tendencia.


"La Sombra del Discurso" se platea como objetivo analizar lo que se deja atrás y que sin embargo vendría a explicar al objeto que le da su forma actual. Pues qué es la sombra sino una reminiscencia del presente que, absteniéndose de articular lo obvio como lo que se percibe como consumado, da las pistas para comprenderlo, más allá de lo que es, en lo que lo llevó a presentarse como tal.


Y ahora sí, entrados en tema, ¿por qué no comenzar con la sombra de la situación política actual del país, ese fantasma que ha de quedar en el olvido pero de las causas que le dan forma al presente?


¿Es que ahora, después de la moda electoral, todo el ímpetu político ha de ser aniquilado?


Eso me queda claro, pues es la hora del olvido que prepara el terreno, nuevamente, a la indiferencia... Resulta un poco molesto -tengo que confesarlo- el hecho de tener que recordarlo, pues la historia no ha de tener otra función que esa, incluso la historia de cada ciudadano de este país. Y es que al parecer hemos pasado de la lucha por los ideales a un estado de estancamiento de los mismos, lugar en donde habrán de pudrirse hasta que alguien más vuelva a ver en ellos la fuerza para el desarrollo y no un material estancado que beneficie lo que aquí se pretende criticar: conformismo.
En fin, me sumo a la publicación de mi compañero, a su ira y a su patidifusés, criticando la actividad política "cool", "in", que parece no buscar más que mostrar la máscara de hombre/mujer de mundo, que tan bien tiende a ligarse con cuestiones como programas de TV y antros de moda. Y no porque estos hechos puedan ser considerados triviales o nimios –pues lo son-, sino por la tendencia a insertar los hechos políticos –de forma increíble y por medio de una operación lógica excéntrica- dentro de este rubro de fenómenos.
No podría concebirse un mejor escenario, no podría concebirse un ciudadano mejor... Remito para aclarar este punto a otra publicación, "Tendencia Invisible: La Crítica del american-way-of-life".
Para terminar, pido a los lectores revisen con cuidado la imagen que encabeza a ésta publicación. Y si no han de sentirse aludidos, me temo, el olvido ha hecho de las suyas, otra vez.