La tercera y nos vamos
Para calentar motores para comenzar ya de lleno con posts originales, dejo la tercera anécdota de Cedillo.
Otra de Cedillo
Cuando visitó Londres, a Cedillo se le ocurrió comprarse algunos casimires de los que tanta fama tenían en México.
-A ver- le dijo al empleado de la tienda (vía intérprete, pues no hablaba ni pizca de inglés) -quiero unos casimires, pero que sean ingleses.
-Sí señor, no tenga usted cuidado: todos nuestros casimires son del país.
-¿Del país?- le dijo Cedillo al intérprete-. ¡Casimires del país allá los tengo en México! Digale a este pendejo que yo quiero casimires ingleses, no del país.
(Tomado del Chamuco número 17 del 6 de octubre de 1996, que a su vez lo tomó del ANECDOTARIO POTOSINO de Jesús Medina Romero)
Otra de Cedillo
Cuando visitó Londres, a Cedillo se le ocurrió comprarse algunos casimires de los que tanta fama tenían en México.
-A ver- le dijo al empleado de la tienda (vía intérprete, pues no hablaba ni pizca de inglés) -quiero unos casimires, pero que sean ingleses.
-Sí señor, no tenga usted cuidado: todos nuestros casimires son del país.
-¿Del país?- le dijo Cedillo al intérprete-. ¡Casimires del país allá los tengo en México! Digale a este pendejo que yo quiero casimires ingleses, no del país.
(Tomado del Chamuco número 17 del 6 de octubre de 1996, que a su vez lo tomó del ANECDOTARIO POTOSINO de Jesús Medina Romero)
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