La tortilla es rica, hecha con MASECA hace a González Barrera más rico
Krun, el infalible, despertó una mañana soleada; abrió las cortinas, miró un momento el paisaje de vidrio y cemento y se dirigió al baño a hacer lo primero que hace cada mañana. Habiendo acabado abrió la llave del agua caliente de la regadera para bañarse con agua fría. Después de tres minutos Krun, el infalible, salió temblando de la ducha para cubrirse con una toalla que lo aliviara de la tortura de su baño frió de llave de agua caliente.
Poco después, habiéndose vestido ya, Krun, el infalible, fue a la cocina para prepararse un rico y nutritivo desayuno. --Se me antojan unos chilaquiles-- pensó, por lo que se dispuso a cocinarlos.--Tan sólo necesito tortillas y salsa verde-- dijo Krun, el infalible, pensando en voz alta. Terminó desayunando sólo salsa verde, fría. Enchilado (en todos los sentidos de la palabra), buscó leche en el refrigerador pero sólo encontró agua con cal.
Krun, el infalible, escuchaba día y noche, insistente, constante, e infinitamente, en el radio y la televisión, una voz de un duende que le decía que íbamos a vivir mejor. Llegó a pensar que estaba loco pues los duendes no existen, pero cada vez que prendía la televisión, cada vez que escuchaba el radio sonaba una y otra vez (una y otra y otra y otra...) lo mismo; un duende profeta de un futuro mejor. Y como los medios de comunicación no mienten y además acababa de recibir un enorme aumento salarial de casi 2 pesos, Krun, el infalible, no comprendía como no le alcanzaba para pagar el gas, como no le alcanzaba para pagar la leche, y como las tortillas de Chona, la gorda, eran ahora un producto de lujo.
Krun, el infalible, tomó su escopeta y salió a la calle.
Para que vivamos mejor, ¿A quién se referirán con el “vivamos”?, ¿a los Bribiesca, los Fox, los Calderón, los Zavala?, pues obviamente no se refieren al pueblo mexicano; ni a los pobres, ni a la clase media.
La frase “para que vivamos mejor” delata todo: el “vivir mejor” implica que en tiempo pasado y presente ya se vivía bien. Pues entonces ¿quien en México vivía bien?, obviamente los pobres no y la clase media sufre una dolorosa e inminente extinción lo cual no es “vivir bien”. Entonces el “para que vivamos mejor” se refiere a los que ya viven bien, dígase la clase alta, la cual, por su naturaleza no requiere de ayuda alguna, pero paradójicamente, el desgobierno fecalista está ayudándola a acaparar más, tramposamente.
El aumento al precio de la tortilla deriva de un aumento en el precio del maíz, aumento internacional derivado de la demanda de esta materia prima para la elaboración del -etanol-, combustible alternativo, sustitutivo (en determinado caso) y complementario (en la práctica) para la gasolina. Para elaborar el etanol se requiere de maíz amarillo y curiosamente el maíz que se usa para hacer las tortillas es blanco; ergo, el maíz que es altamente demandado en el mundo no es el mismo maíz que se utiliza para hacer las tortillas. ¿entonces por qué sube tanto el precio?
A lo que iba: el aumento, según el mercado, al kilo de tortilla debería ser de alrededor de 66 centavos, pero estamos viendo aumentos de hasta 7 pesos (o más en algunos lugares), esto no se debe al etanol ni a las leyes del mercado, se debe a los monopolios, mismos que el gobierno neoliberal se ha encargado de proteger y promover, además del abandono al campo para satisfacer las necesidades del país en cuestiones de maíz.
Gruma, Grupo Maseca, es el mayor beneficiario de esta alza desmedida en la tortilla al acaparar el 80% del mercado de maíz para tortilla en México. Maseca acapara y retiene el maíz que se requiere para hacer tortillas, creando un aumento de precios de éste al generar escasez. Una vez elevado el precio, venden un encarecido maíz blanco.
Roberto González Barrera, presidente del Consejo de Administración de la empresa Grupo Maseca (Gruma) y del Grupo Financiero Banorte, demuestra ser una de las personas a las que iba dirigida la frase “para que vivamos mejor”, pues, solapado por el gobierno calderonista (seguramente por aportaciones millonarias a la campaña presidencial panista), está haciendo el negocio de su vida al comenzar el sexenio, cobrando favores, de una enorme e interminable lista que el desgobierno debe tener por pagar.
Curiosamente González Barrera comentó hace unos meses que esperaba que Calderón lograra abrir Pemex a la inversión privada pues él estaba interesado en invertir en la paraestatal. (¡Controlad la gasolina y el etanol!)
Entonces, quien se beneficia del alza a la tortilla, que daña garrafalmente a millones de mexicanos, como siempre, es alguien privilegiado a quien el gobierno le ayuda a obtener más privilegios.
Y obviamente que el gobierno va a dejar que suba el precio de la tortilla al límite, hasta donde aguante el pueblo, como siempre, exprimiendo para enriquecer a unos cuantos; nos van a salir con sus mentiras de fecalandia: “estamos tomando medidas para controlar el precio de la tortilla”. Y la realidad es otra.
“...los consumidores determinarán si compran ese producto o lo sustituyen por otro.”
Son las palabras del iluminado Sergio Ruiz Olloqui Vargas, presidente del IMEF, opinando respecto a la alza de la tortilla. Las maravillas del libre mercado, nos da la libertad de sustituir la tortilla por... aire, así lograremos un ahorro. El aire no engorda, además y contiene oxigeno que es indispensable para la vida. ¡Cómo no se nos había ocurrido sustituir el alimento básico del mexicano!
“Para que vivan mejor”
1 Comments:
Esta es la cierta y triste realidad del monopolio MAS-SECA.
Lo cierto es que mas triste es que la poblacion compra su tortilla.Yo en lo particular, primero cambio a mi vieja que cambiar las de puro maiz....anonimo
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