Presidencia Putativa (Los Apestados, parte 1)

Y es el comienzo de un desgobierno reloaded, donde el ataque tibio a síntomas del caos que nos ha traído la clase gobernante, que ellos mismos han creado, será la característica principal del fecalismo; represión y atole con el dedo (más dedo que atole).

Con un preludio de censura y fascismo mediático se impone Calderón en el poder, cual cucaracha, en un evento simbólico (con un simbolismo que se extiende no sólo al 1 de diciembre), que representa el comportamiento de su administración: entrará por la puerta de atrás, a escondidas, siempre resguardado por un enorme cuerpo de seguridad para protegerlo del un odio que él y su partido sembraron.

Felipelele Calderón declara cumplir con las normas de tránsito y vialidad en el ideal político: rebasar por la izquierda, pero mintiendo como cualquier yunquepanista, hace todo lo contrario al establecer el gabinete más derechista, represor y entreguista de la historia. Con el tercero al mando del FMI (Agustín Cartmanstens) como Secretario de Hacienda, Luis Tellez representando a Grupo Carlyle y el cavernario Ramírez Acuña como Secretario de Gobernación, sólo por mencionar a unos cuantos de los más nocivos. Un rebase por la derecha, tan a la derecha que hasta se salió del acotamiento.

Comenzó la censura para establecer el fascismo mediático; alienación de los alienados, manera de apestar más a los apestados, eliminando alternativas, dictando una y sólo una manera de pensar y actuar. Sólo una. Y si no nos parece ahí está Ramirez Acuña para obligarnos a que nos parezca.
La semana previa a la toma (bajo) protesta del Felipelele desaparece del aire sin previo aviso el noticiario matutino de Ricardo Rocha, días después desaparecen a Radio Monitor (única que había dado cobertura total a los actos de López Obrador) del FM de la radio. El mensaje es “el que no se cuadre, desaparecerá, será callado y vivirá en el olvido”. ¿Seguirá Aristegui?

Comienza la dictadura mediática después de su prólogo foxista, la televisión dirá que está bien o mal y en los comedores, bares y reuniones se apestará y reprenderá a quien no piense como la tele dice que debemos pensar.

Es con esto que comienza la era de apestar más a los apestados, siendo estos quienes piensan diferente, quienes buscan romper con lo establecido, quienes razonan realmente y no aceptan tonterías socialmente aceptadas.

Continuará…