martes, octubre 31, 2006

V de... ¿Víctima o Vociferar?

La renuncia a hablar, el silencio como único pronunciamiento, son formas de resistencia que limitan peligrosamente con la abstención, la indiferencia, la desaparición, un dejar de decir que puede entenderse como un dejar (de) hacer. Sólo es posible suponer o presumir, sin verificar, un gesto heroico pero que, por no verbalizado, pasa ignorado o más bien no pasa. Es cierto que la palabra no alcanza, pero el silencio menos.

-Lisa Block de Behar, Una Retórica del Silencio-
Gracias a un amigo -¡Salve, oh Pedia!- cayó en mis manos una película que, como buen antagonista que soy del cine, o más bien de casi todo tipo de cine, recibí, se podría decir, de mala gana. Pero ahora -heme aquí-, algo importante, un mensaje esencial, me ha brindado material para este espacio.

He de advertir que mis conocimientos acerca de este comic son nulos, pues toda la información de la que dispongo al respecto y desde la que pretendo entablar un diálogo se basa exclusivamente en la película.

La historia bien podría resumirse de ésta forma: en un sociedad totalmente amaestrada –no creo poder encontrar una palabra más certera- por el gobierno -que no se limita a la actividad política y uso de la fuerza, si no que se extiende a todos los ámbitos plausibles de influir sobre la opinión pública-, surge un hombre víctima que se auto proclama “libertador” y que induce a toda una población a romper el silencio impuesto desde las esferas del poder.

En mi opinión, V, que parece ser un personaje extremadamente frío y calculador, loco en busca de su propio beneficio, ajeno a todo sentir, resulta ser –y en esto la máscara es un símbolo exacto- la expresión viva del ciudadano común, más que del ciudadano del ser humano, con su inexplicable tendencia hacia la libertad; no una libertad dada u ofrecida, si no una libertad escogida: es esa parte que dejando a un lado las diferencias particulares, exalta los derechos universales para alcanzar el deseo personal, una especie de anonimia que sin embargo viene a representar a todos en su esencia. El final muestra esto de forma soberbia.

Como parte del análisis de la película, es claro que el personaje de Evey viene a representar al ciudadano amaestrado, que ha de mostrarse, si no conforme, sí sometido. Y aun más, también representa, junto con otros personajes, la importancia del desarrollo de la particularidad, de la riqueza e importancia que la persona y sus decisiones representan para un conjunto que sin embargo las incluya.

Bien se podría hablar de V como la totalidad y de Evey como la particularidad; y la historia bien podría significar la felicidad de encontrar cada una en la otra.

Pero en este punto es en donde abandono un poco la historia, su análisis global, para concentrarme en el punto medular, si se quiere en la moraleja, palabrilla embustera de la que después he de hacerme cargo.

Como lo dije al tratar de resumir la trama, el gobierno juega un papel fundamental, pues es él el que a base de engaños ha forzado a la ciudadanía a rendir su voluntad, todo a cambio de la salvación, de la protección de terroristas en general y de una especie de limpia de los inconformes. No es necesario decirlo –y sin embargo es importante repetirlo hasta el hastío-, éstas son las bases de cualquier régimen fascista, y otra muy escondida su finalidad: la abolición de la voluntad a través de la uniformidad de criterios se muestra como la garantía para la salvación, divina o inmediata, pues quien ose salir del esquema, será condenado no sólo por el gobierno si no por la mano dura de la sociedad o divinidad amaestrada. Otro factor importante, indispensable para la trama de la película, es la información que se ofrece al ciudadano, el uso de los medios masivos de comunicación –otro tipo de divinidad- para conciliar la opinión.

La cosa es bien clara: se hará uso de todos los medios o líderes de opinión para hacer coincidir un punto de vista. Elemento básico para el desarrollo de una cultura, la repetición cumple su función de normalización y de deglución del acto personal, parcial de un sujeto que ha de tener dos opciones: dejarse deglutir o ser considerado un bocadillo despreciable aunque mínimo para esta bestia.

Ahora, no sé si sea la paranoia o simplemente la patidifusés de la que tanto me he quejado, pero resulta que ésta película me vino a ejemplificar, me vino a dar las palabras exactas –aunque sea para mí- de lo que en México sucede.

Claro, los argumentos en contra se dirigirán, moralizantes, a callar a cualquier voz disruptiva, cualquier ruido que venga a resquebrajar el asombroso concierto de silencio que organiza la orquesta de los medios y líderes de opinión: o es que acaso, al ver la película y ver a un personaje agresivo y retador en la televisión, soberbio y parcial, carente de análisis y retacado de palabras que han de insuflar el fanatismo y retorcer la crítica hasta volverla inservible, que han de desvirtuar la dialéctica; acaso este personaje, ¿no nos parece conocido, o de menos sus palabras evocan fantasmas del presente?

Ese personaje, de tanta voz, de tanta repetición, ha de recordarnos sobre todo a las televisoras: él representa todos los ideales de éstas felizmente consumados.

Ahora, pasemos al gobierno per se, a ese organismo vivo, parásito, que ha venido a postular una simbiosis: tú me aceptas y yo te salvo. El problema viene cuando nos percatamos que el concepto de salvación implica para él nuestra deglución.

La artimaña es conocida: llega a un lugar y augurar la llegada de un mal, cometer el mal, y después recibir poder y reconocimiento a cambio de dejar de hacerlo; lo demás es sencillo: si a la gente se le comienza a olvidar la deuda que debe, volverles a dar un sustito, para que no se dejen de olvidar de uno. La palabra clave para este proceso es la credibilidad, también mencionada en la película.

Para terminar como casi siempre, es decir, medio cortado y dejando algunas cosas al aire, quisiera volver con aquella palabrilla que significa enseñanza, pero que parece más bien la operación impecable del ser que ha de caer en el rol que la misma narración le asigna, ese lugar en donde ha de estancarse: pues la moraleja no tiene por motivo otra cosa que la de dejar como suspendido en el tiempo, aislado de otros elementos, un conocimiento que por lo mismo resulta fácil de explotar para fines diversos. La moraleja, al igual que su prima más recatada, la moral, ha de tratar de conservar su momento, ha de derramar sangre, luchar por el, pues no es más que el lugar por nosotros otorgado.

¿Quién será, la víctima o el vociferador el que prevalezca?

1 Comments:

Blogger Agente Lex Lehnsherr V said...

Qué gusto regresar y leer La sombra del discurso, tengo que admitir que me había alejado un poco de los Blogs (incluso del mio) y perdí el hilo de las ideas.

Yo tengo que admitir que mi único motivo para ir al cine y ver "V de Venganza" fue Natalie Portman (mi novia). Pero también confesaréque cuando salí de esa sala supe inmediatamente que la película sería una de mis favoritas por el resto de mi vida.

La relación de la película con el discurso de George Orwell en "1984" es evidente, pero Vendetta da un mensaje más concreto (maquillado, por cierto, en la versión cinematográfica): El humano nunca ha vivido en sociedad, más bien en una representación de ésta, donde lo único que existe son las relaciones de poder (como fines) y los miedos (como medios). Y también dice que el único camino hacía la sociedad ética es el orden voluntario o "anarquía perfecta".

Este es el discurso de V en televisión y me parece que resume la idea:
There are of course those who do not want us to speak. I suspect even now, orders are being shouted into telephones, and men with guns will soon be on their way. Why? Because while the truncheon may be used in lieu of conversation, words will always retain their power. Words offer the means to meaning, and for those who will listen, the enunciation of truth. And the truth is, there is something terribly wrong with this country, isn't there? Cruelty and injustice, intolerance and oppression. And where once you had the freedom to object, think, and speak as you saw fit, you now have censors and systems of surveillence coercing your conformity and soliciting your submission. How did this happen? Who's to blame? Well, certainly there are those more responsible than others, and they will be held accountable, but again truth be told, if you're looking for the guilty, you need only look into a mirror. I know why you did it. I know you were afraid. Who wouldn't be? War, terror, disease. There were a myriad of problems which conspired to corrupt your reason and rob you of your common sense. Fear got the best of you, and in your panic you turned to the now High Chancellor, Adam Sutler. He promised you order, he promised you peace, and all he demanded in return was your silent, obedient consent. Last night I sought to end that silence.

Last night I destroyed the Old Bailey, to remind this country of what it has forgotten. More than four hundred years ago a great citizen wished to embed the fifth of November forever in our memory. His hope was to remind the world that fairness, justice, and freedom are more than words, they are perspectives. So if you've seen nothing, if the crimes of this government remain unknown to you, then I would suggest you allow the fifth of November to pass unmarked. But if you see what I see, if you feel as I feel, and if you would seek as I seek, then I ask you to stand beside me one year from tonight, outside the gates of Parliament, and together we shall give them a fifth of November that shall never, ever be forgot.

LO TRISTE ES QUE YO TAMBIÉN ENCUENTRO DE INMEDIATO UNA RELACIÓN CON LA SITUACIÓN MEXICANA.... La parte alentadora es que, como tú bien mencionas, V termina representando el sentimiento de todos los ciudadanos y no el de un solitario loco enmascarado.

Quizás -si continuamos con ejercicios como el que representa la Sombra del Discurso- podramos encontrar que el sentimiento es común y que la razón y la palabra nunca serán en vano.

Suerte y de nuevo aprovecho para saludar y felicitar a todos los que participan en el Blog.

3:15 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home