jueves, enero 11, 2007

La tortilla es rica, hecha con MASECA hace a González Barrera más rico


Krun, el infalible, despertó una mañana soleada; abrió las cortinas, miró un momento el paisaje de vidrio y cemento y se dirigió al baño a hacer lo primero que hace cada mañana. Habiendo acabado abrió la llave del agua caliente de la regadera para bañarse con agua fría. Después de tres minutos Krun, el infalible, salió temblando de la ducha para cubrirse con una toalla que lo aliviara de la tortura de su baño frió de llave de agua caliente.
Poco después, habiéndose vestido ya, Krun, el infalible, fue a la cocina para prepararse un rico y nutritivo desayuno. --Se me antojan unos chilaquiles-- pensó, por lo que se dispuso a cocinarlos.--Tan sólo necesito tortillas y salsa verde-- dijo Krun, el infalible, pensando en voz alta. Terminó desayunando sólo salsa verde, fría. Enchilado (en todos los sentidos de la palabra), buscó leche en el refrigerador pero sólo encontró agua con cal.
Krun, el infalible, escuchaba día y noche, insistente, constante, e infinitamente, en el radio y la televisión, una voz de un duende que le decía que íbamos a vivir mejor. Llegó a pensar que estaba loco pues los duendes no existen, pero cada vez que prendía la televisión, cada vez que escuchaba el radio sonaba una y otra vez (una y otra y otra y otra...) lo mismo; un duende profeta de un futuro mejor. Y como los medios de comunicación no mienten y además acababa de recibir un enorme aumento salarial de casi 2 pesos, Krun, el infalible, no comprendía como no le alcanzaba para pagar el gas, como no le alcanzaba para pagar la leche, y como las tortillas de Chona, la gorda, eran ahora un producto de lujo.

Krun, el infalible, tomó su escopeta y salió a la calle.


Para que vivamos mejor, ¿A quién se referirán con el “vivamos”?, ¿a los Bribiesca, los Fox, los Calderón, los Zavala?, pues obviamente no se refieren al pueblo mexicano; ni a los pobres, ni a la clase media.
La frase “para que vivamos mejor” delata todo: el “vivir mejor” implica que en tiempo pasado y presente ya se vivía bien. Pues entonces ¿quien en México vivía bien?, obviamente los pobres no y la clase media sufre una dolorosa e inminente extinción lo cual no es “vivir bien”. Entonces el “para que vivamos mejor” se refiere a los que ya viven bien, dígase la clase alta, la cual, por su naturaleza no requiere de ayuda alguna, pero paradójicamente, el desgobierno fecalista está ayudándola a acaparar más, tramposamente.
El aumento al precio de la tortilla deriva de un aumento en el precio del maíz, aumento internacional derivado de la demanda de esta materia prima para la elaboración del -etanol-, combustible alternativo, sustitutivo (en determinado caso) y complementario (en la práctica) para la gasolina. Para elaborar el etanol se requiere de maíz amarillo y curiosamente el maíz que se usa para hacer las tortillas es blanco; ergo, el maíz que es altamente demandado en el mundo no es el mismo maíz que se utiliza para hacer las tortillas. ¿entonces por qué sube tanto el precio?

A lo que iba: el aumento, según el mercado, al kilo de tortilla debería ser de alrededor de 66 centavos, pero estamos viendo aumentos de hasta 7 pesos (o más en algunos lugares), esto no se debe al etanol ni a las leyes del mercado, se debe a los monopolios, mismos que el gobierno neoliberal se ha encargado de proteger y promover, además del abandono al campo para satisfacer las necesidades del país en cuestiones de maíz.
Gruma, Grupo Maseca, es el mayor beneficiario de esta alza desmedida en la tortilla al acaparar el 80% del mercado de maíz para tortilla en México. Maseca acapara y retiene el maíz que se requiere para hacer tortillas, creando un aumento de precios de éste al generar escasez. Una vez elevado el precio, venden un encarecido maíz blanco.

Roberto González Barrera, presidente del Consejo de Administración de la empresa Grupo Maseca (Gruma) y del Grupo Financiero Banorte, demuestra ser una de las personas a las que iba dirigida la frase “para que vivamos mejor”, pues, solapado por el gobierno calderonista (seguramente por aportaciones millonarias a la campaña presidencial panista), está haciendo el negocio de su vida al comenzar el sexenio, cobrando favores, de una enorme e interminable lista que el desgobierno debe tener por pagar.

Curiosamente González Barrera comentó hace unos meses que esperaba que Calderón lograra abrir Pemex a la inversión privada pues él estaba interesado en invertir en la paraestatal. (¡Controlad la gasolina y el etanol!)
Entonces, quien se beneficia del alza a la tortilla, que daña garrafalmente a millones de mexicanos, como siempre, es alguien privilegiado a quien el gobierno le ayuda a obtener más privilegios.
Y obviamente que el gobierno va a dejar que suba el precio de la tortilla al límite, hasta donde aguante el pueblo, como siempre, exprimiendo para enriquecer a unos cuantos; nos van a salir con sus mentiras de fecalandia: “estamos tomando medidas para controlar el precio de la tortilla”. Y la realidad es otra.


“...los consumidores determinarán si compran ese producto o lo sustituyen por otro.”

Son las palabras del iluminado Sergio Ruiz Olloqui Vargas, presidente del IMEF, opinando respecto a la alza de la tortilla. Las maravillas del libre mercado, nos da la libertad de sustituir la tortilla por... aire, así lograremos un ahorro. El aire no engorda, además y contiene oxigeno que es indispensable para la vida. ¡Cómo no se nos había ocurrido sustituir el alimento básico del mexicano!

“Para que vivan mejor”

domingo, enero 07, 2007

Acerca de la Posición de la Oposición

Lejos de representar una profunda crisis del sistema anunciando a más o menos largo plazo su fracaso, la deserción social no es más que su realización extrema, su lógica fundamental, como si el capitalismo hubiera de hacer indiferentes a los hombres como lo hizo con las cosas.
-Gilles Lipovetzky-



Una tarea, que ya se lleva a cabo en la forma del programa de televisión que AMLO pretende instalar para así poder dar cuenta de sus acciones y de ese modo, paradójicamente, no dejar de existir por sólo pasar desapercibido, es la misma que se cumple en muchos espacios como éste, desde lo casi individual, para dejar en claro el penetrante desacuerdo en que se está respecto de la llegada del PAN al poder; de la profunda, sino convicción -aunque el escenario podría solventar todas las dudas-, sí del sentimiento de que algo fraudulento se llevó acabo. Y es esta tarea la de sostener una posición frente a los presentes acontecimientos, y no permitir que el olvido merme un sentimiento genuino.

Para comenzar me gustaría dejar algo claro respecto de mi posición frente a los sucesos políticos en México.

En primer lugar, mi posición es justamente la de ser un opositor a la instauración de políticas e ideologías que, según mi opinión, no hacen sino embotar, distorsionar y sobre todo mecanizar la libertad de poder, en cierto momento, romper con la realidad hasta ese momento construida, sin ser catalogado como un agresor, un apestado, un loco que sólo sueña con ideales... La incapacidad para imaginar una nueva situación que podría ser, es un signo adverso, pues las amarras han sido echadas y tanto la posibilidad como la imaginación han quedado al servicio de no se sabe qué monstruos, de no se sabe qué bestias. Y basta de ejemplos, pues quien no los vea, habrá quedado conforme, incapaz de imaginar.

En segundo lugar: AMLO no es mi paladín, ni será como tantos lo critican y como muchos otros que lo creen, un mesías ni un salvador. A lo sumo, es la cara en la que recae todo un ideal heterogéneo, y es también la persona que se ha atrevido a tratar de sustentar esa posición. Así, el aceptar una responsabilidad y trabajar para sostenerla, es lo que más parece llamar la atención acerca de este personaje, características que podrían desviarse en críticas y nombramientos mesiánicos, infundados desde el momento en que se pone de forma clara que este señor y ser humano, como lo mencioné arriba, es la cara de un ideal que le preexistía y por lo tanto del que él también formaba y forma parte; y que, al decidir tratar de dar uniformidad a esa idea, de concretizarla, de hacerla palpable al generar un movimiento, no parece sino sustentar, de la forma más coherente posible –recordar que es un ser humano y que son seres humanos con los que trata-, un ideal masificado, una necesidad general, un llamado que deberá de ser escuchado.

Por otra parte, situar en él todas las esperanzas, vendría a ser el punto débil del mismo movimiento. Desgraciadamente no existen hoy otras caras capaces de generar un movimiento tan cohesivo. Sin embargo, están todas estas voces sin cara –como los colaboradores de este blog-, que han de proponer el fin del silencio. Y no es un gesto heroico, sino más bien un acto de conciencia, o de mínimo un intento por tratar de delimitar lo que sucede y sobre todo lo que no se dice, la sombra de todos los discursos posibles y el fin al que apuntan.

La toma de posición frente a cualquier hecho hace responsable a quién la toma, por el solo hecho de haberse atrevido a decidir, aunque sea con un estrecho margen de libertad o campo de acción. Por ende, un movimiento que ha de triunfar ha de ser el que se encuentra sustentado por personas responsables y conscientes de sus acciones acerca del mismo, de cómo han de repercutir, de hacia dónde se han de dirigir. Y ese camino es justamente la organización y movilización de acciones destinadas a sustentar esa posición.

Compartiendo un poco de vivencias personales, pondré esta frase que acabo de escribir y que hace referencia a mi situación actual, pero que sin embargo, creo, bien podría aplicar para cualquier otra en la que uno se pueda sentir tentado a estancarse, conformarse, cuando en realidad los objetivos se encuentran todavía lejos.

“¡No dejarse engañar, no dejarse engañar: esto no es lo que quiero! ¡Sólo es la trampa de lo que me da!” (ACPA)

Ahora, una pregunta que me parece necesaria y sin embargo imposible de responder satisfactoriamente: ¿Qué posición se tomará frente a la situación actual del país? Creo ya haber y haberme hecho esta pregunta en otras publicaciones. Aun así, sigo sin encontrar una respuesta convincente... y es por eso que la sigo haciendo al aire, como parte de la posición que hasta ahora ocupo desde la oposición, desde mi oposición y la de muchos otros...

No dejarse engañar: el hecho de que todo siga y tenga que seguir igual: ¡ESA ES LA TRAMPA!