lunes, noviembre 27, 2006

"Esperamos por lo pronto estar con ustedes el día de mañana, y...hasta siempre"

Con esa frase cerró Ricardo Rocha su espacio informativo vespertino, luego que le fuera cancelado, sin previo aviso a él y mucho menos al auditorio, su noticiario de la mañana, este lunes 27 de noviembre de 2006.
Hoy en la mañana, como acostumbro diariamente, sintonicé el 104.1 de fm alrededor de las 5:40 (el programa de Rocha es (era) de 5:30 a 9:00 am), y para mi sorpresa estaba al aire Gustavo Rentería hasta las 6 de la mañana cuando entró el vomitivo y vulgar programa "Panda Show" (Panda Shit). Al borde de las nauseas y la ira apagué el radio.
Afortunadamente su espacio de 6 de la tarde a 8 siguió al aire donde agradeció las muestras de solidaridad y cerró con el título de este post: "Esperamos por lo pronto estar con ustedes el día de mañana, y...hasta siempre"... en boca de Ricardo Rocha, fungiendo como vocero de la libertad de expresión en ese momento, así como lo dijo, lo mismo parecía expresar la agraviada y golpeada (valga la redundancia) libertad de expresión (aunque muchos crean que vive entre nosotros... está retenida en unas catacumbas).
El preludio del desgobierno de Felipelele Calderón es caracterizado por la censura a la libertad de expresión; el retiro de uno de los pocos espacios de información objetiva con los que contaba la radio es un golpe tremendo al periodismo y a la verdad.
Tal como le ocurrió a Ricardo Rocha cuando lo echaron de Televisa por mostrar videos y reportajes sobre la matanza de Aguas Blancas, el mostrar la verdad con equidad le está costando, de nuevo, su espacio informativo.
La realidad es que EN MÉXICO NO HAY LIBERTAD DE EXPRESIÓN, cualquiera que difiera de la "opinión oficial" es un peligro para México y sus instituciones (¡benditas sean las incuestionables instituciones, manifestación terrenal de la magnanimidad divina!). Lo hemos visto con Proceso y muchos otros ejemplos en la historia: decir la verdad es premiado con censura, demandas, desapariciones y hasta la muerte en muchos casos.
La derecha apoderada del gobierno haciendo y deshaciendo a discreción lo que es mejor... para ellos.
La censura a Rocha es prueba de que era un programa veraz además de demostrar también que hay cosas que las mierdas de la derecha no quieren que se sepa.
No debemos permitir que esto siga ocurriendo, vamos directito al fascismo... y ahora en su versión mediatica; sólo una linea de opinión, sólo una. Quien piense distinto es un peligro para México, esa es la democracia que hereda el pendejo de fox, esa es la democracia que practica el pigmeo usurpador.
Ojalá haya comentarios del post. Hace falta defender la libertad de expresión.

lunes, noviembre 20, 2006

El lenguaje psicológico fuera de contexto

Éste ensayo fue escrito hace ya algunos meses, pero me parece que incluye algunos de mis intereses acerca del lenguaje como tal y acerca de algunas otras situaciones que más bien hoy podrían definirse como "asco por la psicología".
Y será como el que tiene hambre y sueña, y parece que come, mas cuando despierta, su alma está vacía.
-Isaías 29:8-

Desde la semana pasada, mientras tenía una conversación con una compañera, caí en la cuenta de lo que el uso de conceptos psicológicos en el lenguaje cotidiano promovía: esto es, una barrera para la comunicación efectiva en materia emocional.

La creación de conceptos es un evento económico cognitivo en el que debido a un consenso social se expresa un conglomerado de características mediante el uso de una sola palabra. Por otra parte, también es cierto que el significado de los conceptos, las características que en ellos se encierran, varían más o menos dependiendo de la persona que hace un uso particular de ellos. Por ejemplo los conceptos amor, belleza, bien, mal, etc. Sin embargo y a pesar de las ligeras diferencias entre una y otra concepción, su principal función es crear consenso y fomentar lo que llamamos comunicación.

Ahora, aquí lo que me parece interesante es que la creación de conceptos se basa en la exclusión e inclusión de cierto número definido de características; esto es, diferenciando lo conceptuado a partir de su relación con otros conceptos. También resultan interesantes las características que cierto concepto adquiere a partir del contexto en que es enunciado. Es por esto precisamente que se busca normalizar el lenguaje, encuadrarlo en los aspectos científicos para evitar malentendidos que en esencia estén refiriéndose al mismo fenómeno. Y a partir de ésta última característica es donde me percato del aislamiento de lo concreto en beneficio de lo abstracto, de lo personal en beneficio de lo impersonal, que el uso del lenguaje, cierto tipo de lenguaje, comienza a imprimir en la vida de cada sujeto; en específico, me refiero al lenguaje especializado de ciertas profesiones, aunque no excluyo los diferentes conceptos utilizados en otros ámbitos sociales. Repito, la creación de conceptos, sobre todo en beneficio de una teoría, ésta destinada a lo que las ciencias mismas realizan en la práctica, buscando propiedades elementales: aislar un fenómeno para facilitar su estudio; situación que sin embargo, obliga a dejar de lado, momentáneamente, las relaciones que dicho fenómeno establece con su medio. En fin, lo esencial es aislar.

Así como en física se distinguen precisamente propiedades de la materia; en química propiedades de la estructura molecular; en economía los modelos que ponen en juego las fluctuaciones del mercado; así también en la psicología, al propiciar la elaboración de conceptos, se aíslan exactamente los fenómenos que entran en juego en la profesión -en este caso, enfocándome sólo en los factores emocionales. Es decir, el mismo uso del lenguaje psicológico ejerce una fuerza de aislamiento que, a mi parecer, cumple no sólo la función de servir a la teoría sino también como un escudo al propio practicante. Así como en la ingeniería industrial, al elaborarse secuencias de trabajo para las industrias, trabajadores, tiempos de producción etc. que influirán de forma directa tanto en el desempeño de las máquinas como en los resultados que éstas reflejen, se realizan sobre una base teórica, de la misma forma, en psicología la base teórica sirve de fundamento para determinar los aspectos a tomar en cuenta así como los resultados que se mostrarán. Lo que con esto quiero decir es que en la analogía anterior, para los psicólogos, la “maquinaria” que utilizan resulta ser su propia estructura psíquica, y por lo tanto, lo que de cierta forma nos protege es la teoría al aislar la parte emocional de la parte “racional”. Es por eso que los psicólogos deben de ser analizados, para evitar justamente una interacción emocional que pueda perjudicar al paciente.

Entonces, si el argot psicológico está destinado a promover un aislamiento respecto de las emociones en beneficio de su comprensión, ¿cuáles serían sus repercusiones fuera de su contexto, en un lenguaje que, como todos pero en diferente “dimensión”, se conforma de exclusiones e inclusiones? ¿Qué se incluye y qué se excluye?

Es que al parecer, la inclusión, el apropiamiento de un concepto científico cualquiera por parte de la sociedad en general, adquiere este hálito de profundidad de superficie, de neo-mito utilizado para explicar ciertas situaciones que sin embargo habrían pasado desapercibidas, aunque se les siga teniendo como fantasmas prestos a ser invocados, más no comprendidos, frente a la molestia de la duda. Por ejemplo, ahora resulta de lo más normal escuchar en el metro, mientras dos niñas de 15 años se platican algún suceso, decir a alguna de las dos: “...y entonces, como mi madre es así, pues yo ahora...”. Y es así como, de la misma forma que Monsiváis da cuenta de los sociólogos de ocasión, surge una psicología del sentido común ahora aderezada con unos tintes de conceptos leídos en Eres o revistas por el estilo. Y es justamente aquí donde el lenguaje psicológico, elaborado para promover la comunicación que el paciente establece con su medio, termina por proveer de espejismos –como si necesitáramos más- para consolar por medio de quimeras.

Por otra parte y en realidad la que más me interesa pues se relaciona directamente con mi profesión, es la extrapolación que un psicólogo puede llegar a realizar de los conceptos, sin alterarlos, a su vida cotidiana y utilizarlos para generar espejismos que le lleguen a proporcionar algún beneficio de la misma esencia, sobre todo en relaciones que impliquen un contenido emocional. En lo referente a esto último, se requiere de una comunicación de otra índole, justamente emocional pero no a modo de exclusión sino de inclusión de éstas como una parte del deseo del sujeto, lo que implicaría su reconocimiento. A mi juicio, es bastante frecuente que los psicólogos en un principio tratemos de utilizar los conceptos adquiridos para establecer un tipo de comunicación que no se beneficia de éstos: como con nuevos juguetes, queremos jugar con ellos en un juego cuyas reglas les son ajenas. Así pues, el uso de estos conceptos parece elevar un muro (ahorita que están very in) separando las emociones de los pensamientos, o mejor dicho, de los deseos.

Al mantener una conversación con alguien cercano, la comunicación se vuelve totalmente diferente. Tan así que si se exige a alguien cierto comportamiento, la exigencia se torna inflexible frente a alguien querido que, según decimos, nos conoce. Y este mismo “nos conoce” lo que en realidad parece decir es “sabe a qué me refiero cuando digo algo”. Entonces, según lo mencionaba al principio, los diferentes matices que puede adquirir un concepto, el hecho de que alguien reconozca en ellos la idiosincrasia del que los expresa, habla más de un conocimiento de las emociones que en tal o cual palabra se esconden. Esto es lo que sucede con la pareja, “la persona que mejor nos conoce”, ya que se la hace partícipe de nuestras concepciones. Y es aquí en donde, al extraer del contexto psicológico dichos conceptos, propician la no comunicación mientras que el psicólogo se da el lujo de negar lo ocurrido con más y más conceptos, innecesarios en este tipo de comunicación, cayendo en la trampa de creer que se puede ser siempre lo que uno cree ser, sin llegar caer en cuenta de la trampa que existe entre el “soy” y el “voy siendo”. Este último el más correcto desde cierta perspectiva pues, como se ha mencionado en otros ensayos, ese “llegar a ser” se presenta como sigilosa alimaña en todos los contextos.

Cuidado con la
vida, porque te
vive: comienzas
a convertirte
en circunstancia
-ACPA-

Haciendo otra mención interesante: ¿no es acaso Oliveira uno de esos que no se deja vivir por La Gran Costumbre?

Este ejemplo muestra cómo el lenguaje aliena, inminentemente, en beneficio de un mínimo de conocimiento. Y es esta una buena ocasión para volver a lo inevitable: es ésta una prueba más de lo que Lacan refiere acerca del yo y del ser: como ya lo había dicho, pero ahora con un poco más de conocimientos, el ser humano se ve en una disyuntiva “primordial”, por llamarle de alguna forma; ambos marcados sin embargo por una carencia:

“Esta disyunción se encarna de manera muy ilustrable, si es que no dramática, en cuanto el significante se encarna en un nivel más personalizado en la demanda o en la oferta: en ‘la bolsa o la vida’ o en ‘libertad o muerte’.

Se trata tan sólo de saber si queremos o no (sic aut non [sí o no]) conservar la vida o rehusar la muerte, pues en lo que hace al otro término de la alternativa: la bolsa o la libertad, vuestra elección será en todo caso decepcionante.

Hay que fijarse en que lo que queda está de todos modos descornado: será la vida sin la bolsa –y será también, por haber rehusado la muerte, una vida un poco incomodada por el precio de la libertad.

...Como se ilustra en que a más largo término habrá que abandonar la vida después de la bolsa y que no quedará más que la libertad de morir.” (Lacan, 1966)


Y es justamente el lenguaje lo que, como se ve (espero) nunca nos permitió llegar a ser dejándonos en cambio la libertad de seguir siendo para nuestra muerte lo que nunca llegaremos a ser. Así es como trato de ilustrar la forma en que el lenguaje nos sitúa como sujetos en falta, en favor de un deseo en ella contenida, que nos permita seguir, inevitablemente, seguir...

martes, noviembre 14, 2006

LA HORA DEL RECUERDO


A falta de tiempo para seguir posteando dejo Ensayo 14 (aunque en realidad es como una carta) del 29 de marzo de 2006, es un poco... innovador.

Todo lo que una persona puede imaginar, otros pueden hacerlo
realidad.
----Julio Verne


La tecnología y sus riesgos a futuro.

Pienso, cavilo, busco. El tema del nuevo ensayo lo tengo decidido, pero no encontraba mi máquina de escribir. La tecnología nos invade, modifica nuestro pensamiento, acaba con las fronteras y reduce distancias y también por desgracia nos esclaviza.
¿Cómo habría podido hacer este ensayo sin mi máquina de escribir?, pues muy fácilmente: a mano… pero la tecnología me esclavizó y a su vez, como si de un embrujo se tratase, me paralizó; no podía iniciar mi ensayo sin mi máquina de escribir. Afortunada o desgraciadamente la encontré.

Pues ese será el tema de mi ensayo, la tecnología y sus consecuencias (las malas sobretodo, claro, para que tenga un toque personal). Me enfocare un poco más a la televisión, aunque muy pocos tengamos una, debido al potencial que le veo.

Parece que el mundo actual es producto de la imaginación de Julio Verne, con máquinas que hace más de medio siglo eran producto de la novela fantástica, de la ciencia ficción, producto de la mente de soñadores, soñadores que la distancia irónicamente ha convertido en profetas de lo presente. La tecnología supera a la imaginación. Al ver la carrera espacial entre la Unión Soviética y Estados Unidos, las personas que se burlaban de Verne deben estar revolcándose en sus tumbas.
Ejemplos varios como la maravilla del teléfono: puedo hablar con personas que viven a kilómetros de distancia; puedo hablar al centro, o a Coyoacán, o a Tlalpan y hasta a otros estados del país; el automóvil, que con un motor de combustión interna lleva a toda la familia por toda la ciudad con todo lo que necesiten llevar; el radio que nos permite escuchar comentaristas y música a distancia (no me explico como pueden traducir los radios las señales en sonidos); la televisión, cómo olvidarla, hace pocos años inició transmisiones en el país y nos permite ver a distancia imágenes y sonidos, personas y concursos y anuncios y noticias, como un cine en la sala de la casa.
Vivimos en una época donde la tecnología nos rodea. Desde la revolución industrial las máquinas nos tienen sitiados estratégicamente y para llevar a cabo cualquier actividad nos vemos emboscados por ellas, obligados a utilizarlas o quizás ellas nos utilizan, siendo nosotros su instrumento para que ellas cumplan su finalidad, cumplan su propósito. Nosotros siempre estamos dispuestos a ayudarlas. Y reflexiono acerca de los beneficios y perjuicios que ellas nos traen pues a la vez que nos facilitan la vida nos exigen veneración y obediencia.

¿El pensamiento puede ser superado por la tecnología?

La tecnología crece a pasos agigantados en este siglo y a su vez la difusión de las ideas, producto de los avances en telecomunicaciones, se incrementa, lo cual a secas es bueno pero puedo prever que va a acabar con las generaciones de pensadores y artistas que surgían con cada corriente. Quizás no me de a explicar muy bien, entonces me explico:
Los representantes del pensamiento de cada época tenían como único medio de difusión la publicación de libros, lo que hacía hasta antes de la imprenta muy difícil que las personas conocieran la obra. Después de la imprenta de Gutenberg la difusión de las ideas se volvió mucho más fácil, lo cual logró un auge en el pensamiento: tecnología precursora del renacimiento. Es aquí donde se observa el gran beneficio de la tecnología que sirvió para que los renacentistas pudieran publicar su obra y difundirla.
Actualmente con el radio y la televisión, tenemos medios masivos de comunicación que son utilizados para el entretenimiento y la educación, sobretodo para el entretenimiento. Gracias a ellos llega a nosotros la música de Agustín Lara, podemos escuchar y ver además de solo leer a Octavio Paz, escuchar poemas de Manuel Acuña, observar en vivo el informe de gobierno del presidente Alemán, escuchar algunas noticias (que por cierto, recién me entero por radio que acaba de morir el ex presidente Manuel Ávila Camacho) e ir al teatro sin salir de casa. Pero toda tecnología conlleva un riesgo, es decir, es un arma de doble filo, y lo podemos ver con el radio y la televisión; así como pueden difundir programas musicales y semiculturales, puede llegarse a utilizar como medios “circenses”, para estupidizar y distraer a la gente, como el circo romano. Puedo prever que a futuro se volverán más rentables los programas de entretenimiento vacío, pero como Julio Verne, me aventuraré a ser un demente o un profeta post mortem.
La tecnología puede difundir el pensamiento o la estupidez.

Aventurándome al futuro

Imagínome un futuro apocalíptico donde las personas observen enajenadas programas de televisión en vivo, de un grupo de personas encerrados en una casa haciendo lo que haría un grupo de personas encerrados en una casa, sólo que con niveles culturales y educativos similares a los de un pachuco retrasado mental. Verlos día y noche hablando tonterías, verlos cagar, verlos comer, verlos hablar más tonterías; los ponen a bailar para el televidente, los ponen a correr para el televidente, a ensuciarse, a mojarse, a brincar y a pelearse. Prostitutos de la dignidad (o simplemente pondrán en evidencia su falta de dignidad). Y el televidente sufre si ellos sufren, ríe si ellos ríen y discute con sus amigos televidentes lo televisado y pagarán por verlo porque la televisión pública ya no existirá.
Cantan y bailan por sobrevivir, por un sueño, como si de un premio se tratase el vivir saludablemente. “A mi hermano le falta una pierna y sólo si gano este concurso de canto le pondrán otra pierna” (en el futuro se van a poder reimplantar miembros perdidos). Y la superación de la tragedia se volverá un espectáculo, en el cual sólo aquel que logre entretener al enajenado televidente será digno de merecer salud o bienestar: dignidad a cambio de sacrificarla. Quien no logre entretener… pues sufrirá la humillación y no será digno de la dignidad.
Casi nadie escuchará el radio, pues por más grotesco e inútil que suene, las casas tendrán un televisor en cada habitación. Ya todas serán a color. Y habrá hasta 20 canales. Los automóviles contaran con televisión.
Y Guillermo González Camarena será el hombre más rico de México, aunque ya viejo.
¿Programas educativos?, para qué. No serán rentables, a los patrocinadores no les interesará lo que no vende.
El pensamiento será suprimido, pues los medios nos dirán que pensar; las ideas serán homogéneas e institucionalizadas socialmente, los verdaderos artistas serán pervertidos y solo unos pocos darán resistencia… o eso es lo que ellos creerán. Los escritores y artistas sobresalientes desaparecerán. Todo será homogéneo. Quienes sobresalgan serán paradójicamente clandestinos y desconocidos.

En política, el gobierno se hará promoción día y noche, mintiendo, pero difundiendo constantemente con la esperanza que la repetición masiva de una mentira la convierta en verdad.
Hasta habrá transmisiones desde la luna, que será territorio dominado en partes iguales por Estados Unidos y por la Unión Soviética.

Habrán muchísimos más automóviles, ya no solo uno por familia sino uno por cada miembro de la familia (claro solo para quienes puedan costearlo). Y el automóvil perderá totalmente su funcionalidad, es decir, ya no se utilizará para el transporte, sino para estacionarse en las calles repletas de ellos impidiéndose el uno al otro avanzar. Pero no solo por eso perderá funcionalidad sino que habrá tanta variedad que dependiendo del automóvil que se tenga, se logrará la posición en la pirámide social; para micro distinguir con claridad a unos de otros, como judíos con su amarilla estrella de David pero con subclasificaciones. Y todo esto a petición de las personas.
Las guerras serán por agua y por petróleo, y los países que sean ricos en estos recursos deberán preocuparse, pues serán los blancos de invasión de las potencias Soviéticas y Estadounidenses.

Quizás esté imaginando de más o exagerando, ojalá ese futuro tan grotesco no llegue y ojalá este ensayo no se convierta en una obra profética:

La imaginación consuela a los hombres de lo que no pueden ser. El humor los
consuela de lo que son.
------ Winston Churchill


Espero quede en imaginación y no haya necesidad del humor si llega ese futuro.

Lo dejo aquí porque se le está acabando la tinta a mi máquina de escribir, otro ejemplo de la tecnología arrebatándome la libertad, es ella quien quiere que deje de escribir.

Mañana pasa el cartero espero ya hayas mandado tu ensayo para revisar mi buzón.

martes, noviembre 07, 2006

El Amo y el Esclavo

La sustitución del Estado burgués por el Estado proletario es imposible sin una revolución violenta.
-Lenin, a propósito del Capital-


Frecuentemente los movimientos sociales, para encausarse y hasta atrincherarse, se relacionan o terminan en las garras de la política. Y esto puede suceder de dos formas: o son acogidos o son reprimidos. Y aunque parezca tajante, el diálogo y la conciliación abren ya una posibilidad. ¿Pero qué ha de suceder a aquellos movimientos que, convencidos de sus intenciones, no han de ceder ante los regateos de un conciliador? En primer lugar, es sabido que el político lleva por delante la lengua y la espada por detrás.
A propósito de esto, sería interesante plantear la dialéctica del amo y del esclavo de Hegel como modelo para éste tipo de experiencia.
Esta dialéctica planteada por Hegel, de la que todo humano obtiene la experiencia del existir, la conciencia de un "yo", se resume en tres momentos: 1) dos amos, dos hombres, luchan a muerte para obtener el reconocimiento del otro; de este choque de voluntades, el vencedor ha de convertirse en el amo y de gozar del reconocimiento del esclavo, quien, a su vez, reconoce al amo pero no recibe el de este. 2) El amo, al ser asistido por el esclavo, se mantiene como tal sólo debido al reconocimiento del segundo; el esclavo, al realizar sus actividades, comienza a tener una conciencia de sí por medio de éstas. 3) El escalvo, conciente de sí mismo y de sus actividades, se subleva y el amo es muerto. El esclavo será un hombre conciente sí, pues no necesita del reconocimiento de otro.
Este planteamiento ilustra de forma clara las características que implica una revolución, que bien podría tomarse, aun cuando sea de forma ideal, como la toma de conciencia de los esclavos y la caída de los amos. Todavía, ilustra de forma sublime la situación de gobernantes y empresarios, amos perezosos, dormidos en sus laureles, que no se dan cuenta de que su existencia se basa en algo ajeno a sí mismos.
¿Pero qué pasaría este amo, un poco más inteligente, percibiera ésta posibilidad, y comenzara a, digamos, dar atole con el dedo para adormilar la conciencia de sí del escalvo; si el amo, astuto, concediera y retirara, reconociera y negara en otros niveles, en otros ámbitos, de forma indirecta?
¿Pero qué pasaría si el esclavo, después de cierto tiempo, advierte la carnada constante que el amo tiende?
No pretendo escribir más, pero termino parafraseando una frase de Ortega y Gassete:


"Si el pueblo no encuentra respuesta de parte del Estado y las instituciones, esperemos todo de la violencia y la injuria"
No caigamos en discursos moralistas que pretendan pretender que todo ha de prevalecer igual, no ceder ante la imposición de la ley frente a los derechos marginados, no confundir el reclamo con la desobediencia el crimen.