Taller de Redacción
He aquí los resultados, que, al menos a mí me hicieron gracia... Son, al menos , textos recientes, no ya reliquias de hace dos o tres años...
"A woman is sitting alone in a house. She knows she is alone in the whole world: every other living thing is dead. The doorbell rings"
-Thomas Bailey Aldrich, "A Woman Alone With Her Soul"-
"La mujer estaba sola en el mundo; todos los demás habían muerto. Llaman a la puerta."
(¿?)
Ejercicio Literario
La desolación era poco menos soportable que la soledad.
Ella no lo sabía, menos lo pensaba: lo único que podía atestiguar era el silencio que se iba apoderando de su cuarto, de su casa, hasta infestar las calles y el mundo con pura nada. Comenzó a vagar pudiendo pensar cada vez menos en el mundo y sus cosas. Las palabras empezaron a carecer de sentido y todo y nada dejaban de oponerse para pasar a transformarse en un espacio que poco a poco se desproveía de memoria y humanidad. También, un polvo cuyo curioso olor le provocaba tranquilidad y repulsión a la vez. Su memoria estaba ya llena de nadie y esto la hacía sentir incómoda ya que ahora su soledad -hasta ahora lo sentía- no encontraba sustento.
Hacia el final, lo último que pudo sentir -diría su último recuerdo, ¿pero cómo poder afirmarlo?- fueron sus pies mojados mojándose lento en un agua fría, como sin memoria...
La puerta, con los golpes y los intentos de forzar la cerradura, sonaba a trueno y desesperación. En calma y junto a ella sólo quedaban unas pocas palabras escritas en un cuadernillo maltratado y un vaso que había contenido agua.
"Me esperan el viento o las arpías… Espero, mejor, que litio igual a Leteo..."
Ejercicio Académico
La mujer estaba sola al momento en que, se presume, descubrió la agricultura. El hecho de permanecer en casa mientras los hombres salían a buscar sustento le permitió prestar mayor atención a los detalles de su entorno y, tal vez, poder percatarse que ahí, en donde algunas semillas, tal vez despreciadas para el consumo, ahí, percatarse del surgimiento de una planta.
Esta es una hipótesis que, si bien se encuentra elaborada a partir de elementos que no se oponen para nada al sentido común, también tienden a cerrar la posibilidad para otras que , careciendo de esa sugestión que nos envuelve al enunciar lo que no nos parece extraño, podrían ofrecer otras explicaciones y por lo tanto otras opciones para su concepción, si bien nunca para su solución.
Por decirlo de alguna forma, y con Kant, en el mundo hay cosas, pero estas nos son, en sí mismas, inaccesibles: no podemos y no tenemos una relación directa y unívoca con ellas y nunca las podremos conocer. ¿Entonces -surgirá la pregunta- , qué es esto que llamo, por ejemplo, libro y que además tomo y siento con mis manos y veo y puedo afirmar que huele un poco al café que le derramé hace unos días por error? ¿Este libro no es un objeto con el cuál mantengo una relación inmediata? La R (recordando un articulo de Monsiváis, infame homenaje post mortem): NO. Kant establece en su estética trascendental que lo único con lo que podemos tener contacto es con la representación que de un objeto podemos tener, es decir, un fenómeno, siempre delimitado por las coordinadas de espacio y tiempo para poder realizar y aprehender su intuición.
La formación de los conceptos, si bien toma su materia de las intuiciones suscritas siempre por la estética trascendental, depende de los procesos que gobiernan la razón pura. En este sentido podría darse una crítica, o al menos podría surgir una pregunta: ¿Pero de dónde salen esos procesos, desde dónde se les supone?, y Kant responderá que en este punto él no pretende desprenderlos de una fuente exterior a la razón misma, ya que los encuentra como fundándola y además en sus "frutos": la ciencia y la filosofía (los únicos representantes respetables desde su perspectiva) aunque también en la psicología y otros embustes culturales.
Teniendo ahora en cuenta que el fundamento de la razón es la razón misma, es decir, la Razón Pura, Kant nos dirá que se puede dividir en dos partes que serán las siguientes: lógica trascendental y dialéctica idem. La primera establecerá el funcionamiento general de la Razón Pura y explicará la generación de los conceptos a partir de diferentes funciones judicativas; la segunda será el vuelo de la razón sobre sí misma, sin límites, es decir, sin tomar en cuenta que el uso de los conceptos, por su misma constitución, está ligado a la intuición, es decir, a los fenómenos.
Para ejemplificar de forma rápida ambas nociones, utilizaré las siguientes oraciones:
Todos habían muerto. Luego, llaman a la puerta.
La muerte de un solo hombre, la intuición de ese fenómeno que tras comprobar que conlleva a la inmovilidad del sujeto en cuestión así como a la detención de sus funciones vitales y pérdida de lo que podríamos llamar su duración en tanto que deja de ser en sí y por sí, este acontecimiento, decía, puede hacer que se generé mediante un juicio analítico a priori un posible conocimiento. Este es analítico ya que no añade nada al concepto de muerte en sí, sino que sólo es aplicado a otro sujeto, en este caso, un grupo de individuos. Esta elaboración no es en sí ni errónea ni verdadera, sino simplemente posible en tanto que puede ser verdad que alguien enuncie que "Todos habían muerto". Ahora, si alguien que hubiese afirmado lo anterior, de inmediato afirmara que "Luego, llaman a la puerta", hecho que evidentemente pertenece al campo de la intuición, es decir, de los fenómenos, se vería en una contradicción. En efecto, una de estas dos afirmaciones es falsa. Así, el haber afirmado que todos habían muerto sin tomar más evidencia del campo fenoménico es un error de la Razón Pura inducido por esta rama suya que es la dialéctica trascendental.
Para terminar, sólo quiero comentar la indecible utilidad que nos proporciona una lectura atenta de la Crítica de la Razón pura para acabar con todo ejemplo de malentendidos lógicos, entre ellos, claro está, la literatura.